Hoja de marihuanaFoto de Kindel Media: https://www.pexels.com/es-es/foto/planta-crecimiento-concentrarse-enfocar-7667884/

Todo empieza con una semilla: aprende a despertarla correctamente y asegura un cultivo sano desde el primer día

¿Qué es la germinación y por qué es clave en el cultivo de marihuana?

La primera fase: de semilla dormida a planta viva

Germinar es el primer paso del ciclo de vida de cualquier planta. En el caso del cannabis, se trata de conseguir que la semilla “despierte”, rompa su cáscara y deje salir la primera raíz, conocida como radícula. Ese pequeño gesto marca el inicio de todo lo que vendrá después.

Cómo influye una buena germinación en el desarrollo posterior

Una germinación correcta garantiza una planta fuerte desde el principio. Si se realiza mal —demasiada humedad, frío, luz directa— la semilla puede pudrirse o no abrir. Y si lo hace a medias, es posible que la plántula crezca débil, lo que afectará todo el cultivo.

Cuándo germinar tus semillas: el momento perfecto

Temperatura y luz ideales para iniciar el proceso

Las semillas germinan mejor entre los 20 y 25 ºC. La oscuridad total no es imprescindible, pero sí es importante evitar luz directa o cambios bruscos de temperatura. En interior, puedes controlar las condiciones. En exterior, primavera es la mejor época.

¿Vale la pena germinar en invierno o verano?

En invierno es más difícil mantener el calor constante, y en verano el problema puede ser el exceso de humedad y el calor extremo. Siempre que controles el entorno, puedes germinar en cualquier momento, pero evita los extremos.

Métodos más usados para germinar semillas de cannabis

Entre servilletas húmedas: el clásico infalible

Coloca la semilla entre dos servilletas de papel humedecidas (que no chorrean) dentro de un recipiente o plato. Tapa con otro plato o plástico para conservar la humedad. Este método permite ver cuándo la semilla abre sin manipularla demasiado.

En vaso de agua: rápido pero delicado

Sumergir la semilla en agua durante 12-24 horas puede acelerar la hidratación. Luego se pasa a servilletas o directamente a sustrato. Es útil si la semilla tiene la cáscara muy dura, pero hay que vigilar que no se quede demasiado tiempo en el agua.

Directamente en tierra o jiffy: germinación sin trasplante

Poner la semilla directamente en el sustrato final o en un jiffy evita el estrés del trasplante. Es más natural, aunque no siempre permite controlar si ha germinado bien o no hasta que asoma el tallo.

Paso a paso: cómo germinar semillas en servilletas correctamente

Qué necesitas y cómo preparar el entorno

  • Servilletas de cocina o papel absorbente
  • Un tupper o plato
  • Agua sin cloro (mejor reposada 24 h)
  • Un lugar cálido y sin luz directa

Humedece bien las servilletas, coloca la semilla entre ellas y tápalas. Colócalas en un lugar templado: encima de un router, cerca de una fuente de calor o dentro de un armario.

Cuánto tiempo tardan en abrirse y qué hacer después

La mayoría germinan en 24 a 72 horas, aunque algunas tardan hasta 7 días. Cuando veas la pequeña raíz blanca (de unos 1 a 2 cm), es momento de plantarla con cuidado, dejando la raíz hacia abajo.

Errores frecuentes en la germinación (y cómo evitarlos)

Exceso de agua, luz directa o impaciencia

Mucha gente piensa que más agua es mejor: error. Las semillas necesitan humedad, no encharcamiento. Tampoco deben exponerse a luz directa mientras germinan. Y lo más difícil: la paciencia. Abrir las servilletas a cada rato solo estresa el proceso.

¿Y si la semilla no abre? Cuándo rendirse y cuándo insistir

Si después de 7 días no hay señal de vida, puede que la semilla esté estéril. Pero antes de darla por perdida, prueba a cambiar la servilleta, renovar el agua o moverla a un jiffy. Algunas germinan con retraso.

Primer trasplante tras la germinación: cómo hacerlo sin dañar la raíz

El momento exacto para pasarla al sustrato

Cuando la raíz mide entre 1 y 2 cm, es momento de plantarla. No esperes a que crezca mucho más, porque será más difícil manipularla sin dañarla.

Consejos para que no se estrese en sus primeros días

Haz un agujero pequeño en el sustrato, coloca la semilla con la raíz hacia abajo y cúbrela suavemente. Humedece la tierra, pero sin compactarla. En los primeros días, evita luces potentes y mantén una humedad estable.

Germinar bien es empezar con buen pie: tu cultivo te lo agradecerá

Todo cultivo de cannabis empieza con este pequeño gesto. Germinar bien no es complicado, pero requiere mimo, paciencia y entender lo que necesita cada semilla. Cuanto mejor lo hagas aquí, más fácil será todo lo que venga después.